miércoles, 31 de julio de 2013

Nuestros Monstruos


Suspiras después de tomar aliento y dejas los ojos fuertemente cerrados. Los párpados haciendo presión sobre ellos, y el silencio te acompaña. Te recuerda que están ahí, a tu alrededor, junto a ti.

Te vigilan desde su escondite, pero nunca se dejan ver.

Desde el momento en que notas su presencia, cambias: estás alerta y ni en sueños puedes descansar. Ellos te siguen hasta el rincón más alejado de tu mente, hasta tu castillo de sueños y persiguen las estelas brillantes de sol por encima de las nubes. Congelan con su aliento todo aquello que les dejamos rozar con él.

Son ellos. Son nuestros monstruos:

Siempre al acecho. Vigilando en silencio desde su escondite y haciendo chanchullos con las sombras. Manteniendo a raya a los monstruos ajenos y todo aquello exterior. Porque, ¿acaso nos interesa que otros monstruos desconocidos nos acechen?
 
Al igual que necesitamos de una pequeña pizca de maldad para sobrevivir, necesitamos de nuestros monstruos. Son parte de nosotros, pedazos de nuestro carácter, chispas rebeldes de nuestra alma, hálitos reales de lo que se cuece en nuestro interior… Y aunque a veces no queramos reconocerlo, sí, nuestros monstruos existen y lo harán siempre.
 


Pero pueden permanecer aletargados para siempre… o actuar como sólo ellos saben…

sábado, 27 de julio de 2013

Diferente


Una presa fácil, débil e insegura. Recatada al extremo.
Pero en cierto modo, ya no podía estar al cien por cien segura de aquello... No estaba siendo precisamente recatada...
Era diferente, había cambiado.

viernes, 12 de julio de 2013


Felicidad

 

Todo estaba en su sitio. La calma y la paz reinaban en cada rincón del estudio y él entró.

Un rostro cálido, delicado y precioso había tomado forma en su cabeza. Era algo bello, algo grande pero a la vez pequeño, e irremediablemente atrayente.

Tenía que hacerlo. Tenía que sacarlo de su cabeza.

Agitó las manos , haciendo acopio de paciencia. Aquella iba a ser una de las tareas más laboriosas que llevaría en toda su vida. Era un proyecto atrayente y no podía esperar para llevarlo acabo.

Hundió las manos en la arcilla y amasó dándole forma durante horas y horas interminables. Pero no se cansaba, pues conforme el tiempo avanzaba sobre él y su arcilla, aquel rostro perfecto se formaba poco a poco bajo sus manos. Él le daba forma, él lo acariciaba, él lo observaba bajo la luz de la ventana.

Era glorioso, pero el tiempo comenzó a pesarle. Le aplastaba el corazón, pero siguió con su obra, negándose a dejar aquel rostro a medio terminar.

Sus dedos entumecidos se detuvieron y sus ojos brillosos lo contemplaron por fin.

-Eres tú- dijo a la pieza.

-Soy yo- le respondió esta.

-Eres preciosa- susurró él sin creerlo. Su trabajo lo miraba con aquellos ojos que él había imaginado. Ahora estaban fuera de su cabeza, frente a él, y aquellos labios a los que había dado forma con mimo, le sonreían con demasiado arrojo.

-Tú has querido que así sea- le respondió la pieza.

-Necesitas un nombre- dijo él, pensativo.

-Ya lo tengo, tú me lo diste-Y ella frunció los labios ahogando una risita.

-Ah sí, felicidad.

 


jueves, 11 de julio de 2013


SIN GUIONES

 

Toda buena obra necesita de un buen guión para salir adelante y poder realizarse. Eso es un punto claro, hasta ahí, se entiende... Es obvio.

La razón de un guión previo, es por tanto, la consecuencia: nuestra obra. Por ello es clave entender que sin unos pasos previos, bien pensados, todo aquello que planeamos puede irse al traste o peor aún... terminar en la basura.

Pasa exactamente lo mismo con nuestros propios proyectos, nuestras obras particulares: soñamos, y son nuestros sueños los que nos empujan, los que nos levantan y los que nos animan. De ellos vivimos, pero, ¿cómo se lo pagamos? ¿Hacemos bien apartándolos, excluyéndolos o recluyéndolos en un cajón? No. Nuestros sueños se merecen que los tratemos como ellos nos tratan a nosotros: los mimamos, porque son nuestros, nosotros los creamos y les damos vida en nuestro interior. Si nuestros sueños nos alimentan y nos dan la fuerza para seguir luchando, ¿por qué abandonarlos? No sería justo.
 

Por eso, necesitamos un guión. Todo el mundo lo necesita, aunque lo niegue. A veces, hasta la persona que más dice prescindir de la ayuda de un plan, es la primera que sigue uno al pie de la letra. Pues al fin y al cabo, un plan nos ayuda a seguir nuestros sueños.

Nada es fácil, conseguir los sueños, menos... pero ellos lo merecen ¡Nosotros lo merecemos! Si nuestros sueños se cumplen, si llegamos a nuestras metas, nosotros nos realizaremos. ¿No es acaso eso lo que perseguimos? ¿No es por eso que nos alimentamos de nuestras ilusiones? ¿No es por eso por lo que somos pacientes? "Algún día llegará", decimos... pero la realidad no es esa. Nada llega solo, y los sueños tampoco se cumplen solos. Ningún día inesperado todo se resolverá tal y como queremos sin mover un dedo. Por eso debemos cambiar ese "algún día", por un "ya" ¡Un ya! Ahora es el momento, es el momento de sacar los proyectos del cajón, quitarles el polvo y trazar un plan, escribir un guión, planearlo todo y no dejar cabos sueltos. De esta manera nos aseguramos una buena obra, pues estaremos trabajando sin descanso en un guión que nos servirá de base para nuestras metas, para que nuestros sueños no se queden escondidos atemorizados en algún rincón oscuro. Así que... no tengas miedo de nada, no dejes de escribir guiones... Sé el escritor de tu vida.

martes, 9 de julio de 2013


¿Sabes que un recuerdo escrito dura más de lo común?

No dejar que se escapen, esa es la clave...