Me apunto al NaNoWrimo 2015

 

 

 

 

Os contaré un poco de la chica que odia el verano. La misma a la que todos miran con lástima, pena... Cúmulos de sentimientos a los que ni siquiera se atreven a poner nombre. Porque fijar la vista en su cuerpo consumido, no puedo mentir en ese aspecto: duele.
Los hombros hundidos, piel pálida y fina, marcada por frágiles huesos que han sido reconstruidos. Ojos perdidos en recuerdos, en momentos a los que se aferra para poder seguir levantándose cada mañana.

En realidad, la esquivan las pocas veces que se deja caer por las calles blancas o la boca de metro cercana a su casa. Cuando sigue el trayecto que la deja en el centro, cerca de su lugar odiado. O más bien temido.
Cerca de mí. Y del recuerdo de él.

Aún recuerdo la primera vez que nuestras miradas se encontraron, en los pasillos de un instituto abarrotado. Las caras de la gente me pasan por la mente a velocidad desmedida. Como nebulosas borrosas. Sólo la recuerdo a ella, cuando sus ojos brillaban y sus labios lucían con vida y color. Al igual que sus mejillas, ahora hundidas, que le llenan el rostro de oscuros surcos.

Quizás el destino quiso que me fijara en la jovialidad que desprendía aquella mañana, agarrada al brazo del que sería el objeto de su caída mortal, de su pérdida de fe... De su brutal rotura.
Quizás fue la vida, que quiso advertirme de que tenía otros propósitos para mí, más adelante. Propósitos que la involucraban a ella. En todo caso, seguí mi camino. Hasta ahora. Hasta quedar arrodillado frente a ella, tendiéndole la mano. Con un nudo presionándome la garganta.

¿Es lo que tengo que hacer?

Mi interior es lo que me ha dicho. Que le diera la mano y pusiera de mi parte. Se limita a respirar. Sus ojos vacíos quieren ver más allá. Su interior quiere llenarse de nuevo de vida. Pero no sabe cómo enfrentarse a ello. No es capaz de dar el paso.
Sé lo que es estar perdido y que te dejen a oscuras en un camino plagado de trampas.
Sé lo que es perder.
Cómo es dar amor, entregarse... y romperse. Perderse. Depender de alguien y sentir el quemazón de la locura provocarte cuando deja de existir.

¿Cómo he llegado, entonces, a ofrecerme a su causa cuando necesito de pilares que me ayuden a sostenerme? Al igual que ella, la vida no ha parado de mandarme ultimátums, con la diferencia de que no puedo permitirme el lujo de derrumbarme y dejarme caer. Porque entonces sería el fin de todo. Ellos saldrían perjudicados, aquellos por los que lucho. Dependen de mí. Ellos dependen de mí.
Son mis pilares.

¿Ser fuerte por todos?

Es complicado. Y sobretodo cuando las cosas no hacen más que torcerse y torcerse hasta acabar en nudos imposibles de soltar.

Os puedo contar también que la chica que odia el verano ama el invierno. Y el color de mis ojos. Aunque le duela reconocerlo porque le recuerdan a la estación calurosa.
Y a él. Y al final de su primera vida.

Soy consciente de que lo que le he prometido es algo en lo que fácilmente puedo fracasar. Pero no me queda más remedio que intentarlo.
Y me asusta. Hasta el punto de temblar de miedo. Si no lo consigo, jamás me perdonaría que se perdiera como consecuencia. Porque si no pone remedio, se dejará arrastrar. Sé que quiere volver al exterior, superarse, olvidarse del verano y de él. Nunca lo hará, pero tiene que aprender que el dolor, es necesario en la vida.


Los amigos de él me susurraron entre lágrimas que ella es un milagro. Algo así como que la muerte y el chico del anuncio del periódico hicieron un pacto. Que por eso logró salvarse.


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¿Podré con el Nano este primer año que decido apuntarme?

 

No sé yo. No es algo que me haya planteado muy en serio.
He decidido que es más bien por el hecho de avanzar con un proyecto que me está encantando, pero que lleva mucho trabajo y quebraderos de cabeza monumentales. Porque estudiar los puntos de vista de personajes tan nuevos y diferentes...
Y si no me presiono, temo que termine mal encaminado, cogiendo polvo o mal acabado.

El año pasado decidí hacer mi propio Wrimo en diciembre, y me salió bastante bien. Escribí más de 50000 palabras en ese mes, y poco después conseguí acabar la novela (otra niña de mis ojos).

Esta entrada, creo, que la estoy escribiendo más por concienciación que por otra cosa. Explico que el narrador del fragmento es Mason, el nuevo hombre de mi vida (llevo a unos cuantos más, pero es que él me reclama a toooodas horas, en todos mis huequitos libres. Y me hace llorar mucho. Es demasiado, pero demasiado amoroso). 
Todo esto empieza por un tweet que vi de mi querida Tere Mafiosa <3, en el que decía que participaría. Espero que nos brindemos apoyo. We can!!!

Me hace mucha ilusión compartir una experiencia como es la de la escritura, de esta forma tan masiva. Ya sé que es mucha presión, pero... ¡puede salir bien! Y como luego pueda aprovechar la gran mayoría de lo que el mes de octubre produzca en mis archivos... ¡Lloro! Porque de verdad que esta nueva historia me tiene mareada. ¿Será por complicada? ¿Por estructura? ¿Por la profundidad de los personajes? Ay, tiene tanto, quiero poner tanto. Y dejarme llevar.


Y CON LO QUE SE ME VIENE ENCIMA VOY YO Y ME LÍO CON ESTO.
Os dejo mi perfil/descripción pachí pachá de la historia, el título provisional y no sé qué más:
http://campnanowrimo.org/campers/alexandraaemm/novels/eden-214209

Pues sí.
Y ¿sabéis que Laura Tejada se animará con dos historias? Madre mía. MADRE MÍA. Aplausos, señores y señoras.

¿Alguno o alguna que se haya animado?

Decidme, valientes.
Dejadme vuestros perfiles.