lunes, 20 de julio de 2015

Mamá, quiero escribir libros.


Oh. Damn... Aún recuerdo esa tierna época en la que mis cables se cruzaron y me dije: "Oye, ¿por qué no te pones a escribir? Lo mismo sale algo interesante".
La verdad es que interesante, más que nada, fue pasarme un verano entero acostándome a las 3, 4 de la mañana, empeñada en que, de alguna forma, tenía que explotar mi capacidad creativa. Ahí fue cuando empecé a sentir el poder de la imaginación. Sí, eso que todo el mundo tiene y muy poca gente aprovecha. Pues sí, dejadme que diga que desde que descubrí que podía crear paisajes, mundos y personajes, y verlos perfectamente dentro de mi cabeza... Perdí el control. Se me fue la cabeza. Lo admito.
Y eso me salvo.
Tenía doce añitos cuando abrí un archivo word con determinación y me dije: "Quiero contar la historia sobre el Arturo de mi imaginación, de sus amigos, y el mundo que va a descubrir, porque yo lo digo".
¿Sabéis esa sensación de poder...? Ah, no... Es muy difícil de explicar, pero, sí que digo que ahora, a los 20, entiendo todas esas muertes injustas de mis personajes literarios preferidos. Los escritores no están locos. Bueno, un poco hay que estarlo, eso es un efecto colateral de pasarse infinidad de horas mirando una pantalla parpadeante, viendo vídeos en Youtube, buscando en revistas, artículos, viendo películas, leyendo libros, preguntándole a la gente... Tomar notas se convierte entonces en una necesidad obsesivo-compulsiva. De hecho, tengo tantas en el móvil, que cuando las releo, me sorprendo de lo que puedo encontrarme. 

¿Por qué suelto este rollo?
Pues porque a veces, solo a veces, me molesta creer que esto de escribir se esté convirtiendo en una moda. Una moda masiva y comercial. Una persona que no haya escrito en su vida, que no haya reescrito un manuscrito tres veces (Vale, eso es pasarse, y acto de una mente adolescente frustrada como la mía en mis tiempos de iniciación), que no haya permanecido noches en vela garabateando notas y esbozando esquemas, no puedo creer que diga: "soy escritor", cuando ni los que hacemos todo lo anterior mencionado y demás, ni siquiera tenemos el valor para llamarnos así.


 

O sea..., me llevo las manos a la cabeza y me echo a llorar en algún rincón. Chao, me voy de la vida. Pierdo mi fe en la gente.

Me han dicho bastantes veces que si escribes, ya eres un escritor. Cada uno que piense lo que quiera. Sé perfectamente que ser escritor no significa publicar libros. Eso es otro punto que, de igual forma, me hace arder la sangre. Pero... Ser escritor debe nacer contigo, debe pincharte desde dentro. Desde un lugar tan profundo que ni siquiera seas capaz de descubrirlo. 

Después de borrar el primer borrador sin acabar de mi querido primer libro, en lugar de cabrearme, empecé de nuevo. Era consciente de que la basurita que había pasado tantas horas modelando, no era buena. No podía dignarme a sacar eso a la luz ni de mi habitación. Así que volví a escribir, y la cosa mejoró. Pero no contenta, pasé dos años dándole vueltas hasta que tomó la forma definitiva, y decidí posponerla para cuando tuviera la experiencia necesaria para acabarla. Por supuesto, ahí sigue, guardada con cariño y amor infinito, y si la termino algún día, no tengo pensado sacarla a la luz. Y NO VOY A MORIRME POR ESO. No todo lo que se escribe tiene que ver la luz. 

Porque yo escribo para poder sentirme YO. Alex sin una libreta en el bolso y un estuche con diez bolis azules, no es Alex. ¿Y si se me acaba la tinta en el momento justo en el que tengo la mejor idea de todos los tiempos? (Generalmente no es así, pero como soy hipersensible y me emociono con nada, hasta la más mínima idea que me surja, me pone en modo happy).

-Alma de cántaro, llevas un movil muy potente que te hace el apaño -me digo. 

Pero... ¡La batería no dura para siempre! 

Mi enfermedad se hizo visible cuando camuflaba las libretas de mis historias entre las de clase, y escribía enfrascada en todas y cada una de las clases de matemáticas. Ahí está mi explicación genialosa para mi fracaso total y absoluto con los números. Sí, entiendo a Jenifer L. Armentrout demasiado bien.

Esta serie de divagaciones viene a raíz de una serie de libros destructores de neuronas que han tenido el placer de caer en mis manos. Y no contentos con ello, has querido matarme de un infarto. Entonces, yo me pregunto: "¿cómo está el mundo?"

No me meto con nadie por publicar libros pagando, porque creo que, junto con los concursos literarios, es la manera que tienen y tenemos los jóvenes escritores en darnos un poco a conocer. Siendo sincera, por muy bien que lo hagas, como no tengas el respaldo de un fiel séquito de seguidores, destaques en el mundillo o tengas la inmensa suerte de que te echen una mano, no tendrás mucho a lo que aspirar. Hay que currar, matarse a escribir... Pero oye, yo lo hago porque es lo que me hace feliz, no porque quiera, a toda costa, publicar un libro. Aunque aviso de que tengo la autopublicación muy presente. 

Total, siguiendo con la pulla: los libros que se publican "por publicar", luego caen en manos de personas que VAN A FIJARSE EN CÓMO ESTÁN ESCRITOS. Por amor de Patch, YA NO PUEDE FIARSE NADIE DE UN LIBRO. No me malinterpretéis, que me refiero a pequeñas editoriales. Es que me sorprende cómo uno de estos libros que digo, haya llegado a la segunda edición. Sin apenas reseñas en internet. Y todas magníficas. ¿PERO ALGUIEN LO HA LEÍDO? 

Gentecilla que no sabe que escribir no es una moda, porque no todo el mundo vale para tener la paciencia de echar una burrada de horas escribiendo. Que no sabe lo que es una rutina. Que no siente el cosquilleo mágico que te sube por las venas de los brazos cuando sabes que estás creando algo especial (aunque sea solo para ti, no importa). Por favor, os pido que leáis vuestro manuscrito un mínimo de 4 veces. MUY PROFUNDAMENTE. Y al loro con la gramática y la ortografía, que solo de pensar que un adolescente puede leer cosas catastróficas como las que yo me he encontrado, me da un telele.

(Soy fan del Rubius, sí. ¿Pasa algo? Pues ea... JAJAJAJAJA.)

Ganas de llorar, he dicho. Aún recuerdo mi escena de frustración masiva un día que volvía de la uni tan tarde que solo quería meterme en la cama y entrar en coma profundo. Traté de relajarme pero solo conseguí flipar de lo lindo. No tiré el libro por la ventana porque no pueden abrirse, obviamente. Y así, con un montón.

Me da pena que la literatura se denigre de esta manera. En el fondo puedo entender la ilusión de los autores, pero una cosa es eso, y otra es que a uno se le vaya la cabeza por la primera "cosa" que escriba en su vida.

No quiero barreras de odio ni nada por el estilo. Es que, o soltaba algo parecido o me explotaba una arteria. Era eso.

VIDAS QUE COMO YO, SIENTEN LA LLAMADA DE LA IMAGINACIÓN: os quiero a todos (y a todas). En serio, si alguien se ha sentido identificado con mi modo de ver la escritura, se lleva mi besito en la frente. ¿Podemos ser amigos? Quiero amigos que sepan lo que es no dormir, y pasarse meses "documentándose" para algo que, posiblemente, solo lean dos personas.


 
(Sí, él también ha querido alimentar hogueras con UN LIBRO DE ESOS INFERNALES... Así se ha quedado el pobre... Incrédulo se halla.)



4 comentarios:

  1. ¡Qué tema! Yo creo que la escritura es un oficio y como tal lleva tiempo. Hay que pensar que es una obra de arte la que uno termina. A veces, la sensación que me ha dado, es que hay que publicar todo lo que se escribe. No creo que sea así. Hay que escribir mucho y tirar mucho. Es como un bailarín que entrena a diario. Para escribir es igual, lleva años meterse en la profesión. He leído libros maravillosos autoeditados y otros que eran ilegibles de los horrores. Yo creo que hay que publicar cuando uno se siente seguro y eso se logra luego de años. En mi caso ya llevo 10 años que dije sí quiero escribir como una profesión y no tengo casi nada publicado. Recién ahora me estoy sintiendo algo cómoda con la escritura, es decir, siento que fluye con soltura. Escribir es maravilloso.
    Cuando tomé la decisión de escribir, también decidí no pagar para que me publiquen. Es una locura. Una novela es un trabajo de años. Encima, ¿tenés que pagar? Yo preferiría, y lo he pensado, subir a mi blog la novela para que la lea quien quiera y la baje gratis.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente es eso. Lo reflejas perfectamente. La escritura es un trabajo constante en el que la impaciencia no ayuda nada. Pero, si te llena lo suficiente, el sacrificio no será tal.
      Ciertamente, también he leído libros autoeditados increíbles, y otros... Se entiende.
      Mucha suerte, Keren, no dejes de escribir! <3

      Eliminar
  2. ¡¡¡¡¡¡Esta entrada es tan tu!!!!!!
    Aun recuerdo como te ponías a escribir en medio de las clases de matemáticas por los filos de tus libretas, y como año tras año te pregunto que estaba haciendo alexandra despierta a las cuatro de la mañana y tus respuestas siempre son las mismas, o leyendo o estudiando o escribiendo.
    ÁNIMO CON LOS PROYECTOS. Eres la mejor :)

    ResponderEliminar
  3. ¡¡¡¡¡¡Esta entrada es tan tu!!!!!!
    Aun recuerdo como te ponías a escribir en medio de las clases de matemáticas por los filos de tus libretas, y como año tras año te pregunto que estaba haciendo alexandra despierta a las cuatro de la mañana y tus respuestas siempre son las mismas, o leyendo o estudiando o escribiendo.
    ÁNIMO CON LOS PROYECTOS. Eres la mejor :)

    ResponderEliminar

Las opiniones son relativas, así que me encantaría saber la tuya... ¿La dejas por aquí? ¿Sí? Muchas gracias...
¡Ah! Y don't worry, ¡me paso por tu blog encantada!

P.D: pido originalidad, ¡no al copieteo ladies and gentlemen!
:)