Fecha de publicación: octubre 2013
Autor: Camilo Muñoz Osses
Editorial: Chiado
Páginas: 216
Precio: 12 €
El primer vuelo siempre es una caída
Sinopsis
Con un lenguaje introspectivo, ingenioso y de rápida lectura, Escuela para Pájaros pinta una imagen pesimista sobre la juventud, tocando temas como la pérdida de la inocencia, el cuestionamiento de la autoridad y el desencanto del primer amor, todo dentro de un mundo con toques sobrenaturales.
Si el tiempo es una línea, estamos al final de la línea.
Con cada paso que damos, cada vez que respiramos, hacemos la línea más larga. El tiempo depende de nosotros para seguir existiendo.
La primera impresión tras leer la sinopsis de este libro, me dejó con mucha intriga. Aparte de que es un libro cortito que se lee ¡rapidísimo!
Escuela para pájaros es un libro que habla de primera mano sobre los adolescentes, lo que piensan, cómo se toman las situaciones, hacia dónde enfocan sus pensamientos... Conocemos a Mauricio y su dilema por las chicas y por un libro al que no muestra interés, a María Paz y sus problemas de conducta y personales, a Natalia y a Paloma... En fin, que hay variedad de personajes pero esos son los principales.
Está escrito en español latino, y he de decir que hay cosas que no he entendido (sí, no me peguéis).
En el presente todo es grande, porque lo tenemos cerca. Nos damos cuenta de lo importante cuando estamos lejos, y sigue siendo grande.
Como podemos leer en la sinopsis, los alumnos de la escuela la consideran como un gran pájaro porque así se ve el complejo desde fuera. Estos personajes son amigos pero tras una serie de acontecimientos se verán separados, distanciados y con sus propios dilemas. Todo ello los arrastrarán a colaborar en la obra de teatro que les servirá, en algunos casos, para saltarse clases, pasar más tiempo con la persona que se quiere, o intentar conquistar a alguien.
Pero no siempre los planes salen bien...
3/7
Mmm... interesante, tiene algo
El mundo está lleno de estímulos, el problema es saber cuáles valen la pena.
Motivos:
Es una lectura rápida, pero demasiado, demasiado pesimista.
He de decir que me ha resultado algo indignante la forma en la que los adolescentes quedan reflejados, como personas que todo lo ven mal, que derrocan toda autoridad, que solo pueden pensar en una cosa... Puede que algunos encajen en esos moldes, pero no creo que la gran mayoría. Es decir, demasiado idealizados, demasiado rebeldes, demasiado de todo. Al igual que los adultos: pesimistas hasta límites que dan ganas de atravesar las hojas del libro para abofetearlos, interesados en sus propios fines, falsos, tristes...
Puede que no haya entendido el fin en sí de la novela, como tampoco el final. Porque, bueno, puede que las palabras latinas y los diálogos cortitos no ayuden a profundizar en la historia en mi caso, pero el final me dejó... No lo entendí, y de ahí que no pueda pasar del 3.
¡Ais! ¡Es que de verdad que no he logrado entenderlo!
Dejando de lado la visión pesimista de la vida, de los adolescentes, y el final inentendible, creo que Escuela para pájaros puede tener razón en ciertos aspectos de la vida. Pero para mi gusto hay cosas en las que se debería haber profundizado para ser entendidas y otras en las que no tanto.
Cuando acabas una novela siempre tienes una sensación instalada dentro, y la mía fue la de perplejidad por tener que leerme las últimas páginas varias veces... Y de depresión.
Es decir, ¡se crean montañas de un grano de arena! Que no digo que no, claro que debe de haber gente como la que encontramos en este libro, y como dice el autor y estoy con él: Así va el mundo.
Pero, no, estoy segura de que existe gente de 15 años con propósitos en la vida más que sexo, sexo, sexo, relaciones, sexo, y depresiónes por todo.
Creo que la parte de "fantasía" no está bien explícita, al igual que ciertas situaciones que desconciertan. Y diría el caso en concreto, pero no quiero soltar spoilers (es que los odio. ¿Quién no los odia?). Y todo hay que decirlo, me ha encantado encontrar frases como esta:
No me llama ._.
ResponderEliminarUn beso!^^