Título original: Ana, la de tejas verdes
Fecha de publicación: 2013
Autor: L.M. Montgomery
Editorial: Toromítico
Páginas: 344
Precio: 15 €
Cuando en lugar del chico huérfano que querían adoptar es una niña pelirroja de once años, Ana Shirley, la que entra en las vidas de Marilla y Matthew Cuthbert —dos hermanos solteros que residen en su casa de Tejas Verdes—, todo cuanto les rodea cambiará para siempre. Con su vivacidad, sus risas y también sus lágrimas, y sobre todo gracias a su desbordante alegría e imaginación, Ana conseguirá formar parte de una familia por primera vez y tener un lugar al que, al fin, podrá llamar hogar. Ambientada a principios del siglo XX en un lugar tan mágico como la Isla del Príncipe Eduardo, en Canadá, Ana, la de Tejas Verdes nos llevará a través de los ojos de esta despierta e inocente niña a sentir el mundo como algo totalmente nuevo, a emocionarnos y reírnos con sus aventuras y peripecias, y, en definitiva, a ver la vida desde un prisma más positivo y estimulante. Esta obra, al igual que toda la serie de Ana Shirley, conjuga los valores de la vida rural y la familia con las cuestiones universales que todos nos planteamos en algún momento, como la pertenencia a una tierra, el valor de la amistad o la esencia del amor.
«Desde la inmortal Alicia, Ana, la de Tejas Verdes, es la niña imaginaria más encantadora que se haya creado.» Mark Twain.
Al principio reí ante esta frase de Twain... Pero después de adentrarme en las páginas de esta entrañable historia, Ana me ha enamorado.
Esta chiquilla pelirroja y risueña es tan entrañable, atrevida y especial, que es bastante difícil no reírte con ella.
Cuando subimos al tren me sentí como si todo el mundo estuviera mirándome y sintiendo lástima de mí. Pero empecé a soñar y a imaginarme que llevaba puesto el más hermoso vestido de pálida seda azul, porque cuando estás imaginando es mejor hacerlo con algo que valga la pena, y un gran sombrero todo de flores y plumas, y un reloj de oro, y guantes de cabritilla y botas.
Tal y como se explica en la sinopsis, hay un error en cuanto a la adopción de Ana se refiere. Marila y Matthew Cuthbert quieren un niño que les pueda ayudar con el trabajo de la granja, y no una niña que no valga para nada. Pero las circunstancias transcurren de una manera que no estaba fijada.
¿Cómo puede Matthew dejar a la pobre niña vestida de esa forma tan horrenda, sola en la estación?
No, tiene que llevarla a pasar la noche a Tejas verdes y ya se encargará Marila de devolverla al orfanato...
¿Cómo se puede saber acerca de las cosas si no se hacen preguntas?
Ana es una constante fuente de inspiración, de potente imaginación, y como era de esperar, sorprende a todo el mundo con su carácter, y con sus ilusiones y desilusiones.
Motivos:
La edición en la que nos encontramos esta historia cargada de aventuras y momentos delicados de la mano de Ana Shirley, está cuidada al detalle. Es magnífica, y te sumerge aún más en la historia. Pasada la mitad del libro, una sorpresa en imágenes me hizo enamorarme más tanto de Avonlea, como de Ana y los demás personajes que se topan en la nueva vida de la niña pecosa y pelirroja.
Lucy Maud, la mujer que tuvo que armarse de paciencia para tomar el control de la inquieta Ana, sabe sacarle partido a los maravillosos lugares que crea. Hace que te sumergas en pasajes tan especiales y poco usuales que la manera en la que los visualizas en la mente es algo difícil de lograr, pero que consigue.
Y, por supuesto, hace que Ana cause un gran impacto en la mente de un lector. ¿Cómo puede crear alguien una chiquilla como Ana?
Me lo han dicho un millón de veces. Y la gente se ríe de mí porque uso palabras difíciles. Pero si uno tiene grandes ideas debe usar grandes palabras para expresarlas, ¿no es verdad?
El trabajo de Montgomery es tan elaborado y mágico que complementa a la perfección con la pequeña Shirley.
Y Tejas verdes... vaya lugar tan entrañable y lleno de vida.
Una novela que, sin duda, guarda sentimientos mágicos, amor y ternura.
E imaginación... ¡La imaginación es fascinante!
¿No siente usted en una mañana como ésta como si quisiera a todo el mundo? Desde aquí incluso puedo oír el arroyo riéndose. ¿Se ha dado usted cuenta de lo alegres que son los arroyos? Siempre se están riendo. Incluso en invierno los he escuchado bajo el hielo.
Autora:
L.M. Montgomery
Lucy Maud Montgomery. Escritora canadiense universalmente conocida por la serie de novelas que narran la vida de Ana Shirley, nació en 1874 en Clifton (actualmente New London), una pequeña ciudad de la Isla del Príncipe Eduardo (Canadá). Tras la muerte de su madre, cuando ella contaba menos de dos años de edad, su padre decidió dejarla a cargo de sus abuelos maternos, en Cavendish, para irse a vivir al oeste del país, donde volvió a casarse. De sus abuelos recibió una educación muy estricta, aunque dicha situación —crecer sola en la casa de dos personas mayores— estimuló su imaginación, provocando la chispa que le haría crear el personaje de Ana Shirley. Completó su formación en el Colegio Príncipe de Gales, en Charlottetown, y entre 1895 y 1896 estudió literatura en la Universidad de Dalhousie, en Halifax, Nueva Escocia. En 1898, tras haber trabajado como maestra en varias escuelas, regresa a Cavendish para cuidar de su abuela, que había quedado viuda. Se casó con Ewan Macdonald, un ministro presbiteriano, y se mudó a Ontario, donde su marido se hizo cargo de una iglesia. La pareja tuvo tres hijos: Chester Cameron, Stuart y Hugh Alexander, quien murió al nacer, en 1914. El resto de su obra la escribió fuera de Prince Edward island, ya que después de su matrimonio nunca regresó en vida. Falleció en Toronto en abril de 1942 y fue enterrada en el cementerio de Cavendish, cerca del lugar en el que creció. Es en 1898, al regresar a Cavendish para cuidar de su abuela, cuando comienza a escribir los relatos que darían lugar a su mayor creación: la serie de Ana Shirley (ocho libros que narran su vida, desde la niñez hasta la edad madura). El primero de ellos, Ana, la de Tejas Verdes (Anne of Green Gables), publicado originalmente en 1908, narra la llegada de la inteligente y deslenguada Ana —a la que el propio Mark Twain consideró la niña imaginaria más encantadora que se había creado desde la inmortal Alicia de Carroll— a su hogar adoptivo en Avonlea, un pueblecito (ficticio) situado al norte de la Isla del Príncipe Eduardo. Tejas Verdes, la propiedad de Marilla, su madre adoptiva, será el centro de su universo infantil y el lugar donde, al fin, podrá sentirse parte de una familia.
Le tengo muchas ganas a este libro *-* Tal como dices tiene pinta de ser divertido...
ResponderEliminarGracias por la reseña
Besos <33
Esta saga no me llama para nada
ResponderEliminarUn beso^^
¡Hola, Alexandra! ^^
ResponderEliminarAntes que nada, he de confesar que hacía mucho que no pasaba por este hermoso rinconcito y la verdad es que ya tenía ganas. Es genial que cada vez que entre me encuentre cosas nuevas, ver lo increíblemente bonito y trabajado que has ido dejando este blog desde que lo empezaste. Me alegro mucho de haber visto este cambio desde el principio.
¡Muy buena reseña! Leyendo todo lo que has escrito me han dado ganas de leerla, sobre todo porque me gusta mucho el personaje (adoro a los pelirrojos).
¡Un beso, que seas muuy feliz! <3