viernes, 12 de julio de 2013


Felicidad

 

Todo estaba en su sitio. La calma y la paz reinaban en cada rincón del estudio y él entró.

Un rostro cálido, delicado y precioso había tomado forma en su cabeza. Era algo bello, algo grande pero a la vez pequeño, e irremediablemente atrayente.

Tenía que hacerlo. Tenía que sacarlo de su cabeza.

Agitó las manos , haciendo acopio de paciencia. Aquella iba a ser una de las tareas más laboriosas que llevaría en toda su vida. Era un proyecto atrayente y no podía esperar para llevarlo acabo.

Hundió las manos en la arcilla y amasó dándole forma durante horas y horas interminables. Pero no se cansaba, pues conforme el tiempo avanzaba sobre él y su arcilla, aquel rostro perfecto se formaba poco a poco bajo sus manos. Él le daba forma, él lo acariciaba, él lo observaba bajo la luz de la ventana.

Era glorioso, pero el tiempo comenzó a pesarle. Le aplastaba el corazón, pero siguió con su obra, negándose a dejar aquel rostro a medio terminar.

Sus dedos entumecidos se detuvieron y sus ojos brillosos lo contemplaron por fin.

-Eres tú- dijo a la pieza.

-Soy yo- le respondió esta.

-Eres preciosa- susurró él sin creerlo. Su trabajo lo miraba con aquellos ojos que él había imaginado. Ahora estaban fuera de su cabeza, frente a él, y aquellos labios a los que había dado forma con mimo, le sonreían con demasiado arrojo.

-Tú has querido que así sea- le respondió la pieza.

-Necesitas un nombre- dijo él, pensativo.

-Ya lo tengo, tú me lo diste-Y ella frunció los labios ahogando una risita.

-Ah sí, felicidad.

 


2 comentarios:

Las opiniones son relativas, así que me encantaría saber la tuya... ¿La dejas por aquí? ¿Sí? Muchas gracias...
¡Ah! Y don't worry, ¡me paso por tu blog encantada!

P.D: pido originalidad, ¡no al copieteo ladies and gentlemen!
:)